Crecer como líder
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En Palabras de Fellows: Incomodidad y tensiones que transforman

El Programa de Fellows: un recorrido para repensar el liderazgo desde la reflexión y la experiencia.
Enero 6, 2026
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El camino del liderazgo también implica adentrarse en lugares que no siempre resultan cómodos. Para la cohorte 2024 del Programa de Fellows de Acumen, la incomodidad se convirtió en una maestra constante que invitó a detenerse, sentir y mirar de frente lo que a veces se evita. A lo largo del proceso surgieron preguntas profundas sobre las propias sombras, los privilegios que cargan historias complejas y las tensiones que cada quien habita en su vida cotidiana. Aquí podrás conocer sus reflexiones y aprendizajes.

El proceso vivido por la cohorte 2024 mostró que la incomodidad puede abrir espacios de claridad cuando se transita con honestidad. Para muchas personas fue un recorrido donde aparecieron emociones intensas, revelando heridas antiguas, miedos presentes y deseos de transformación. Explorar estos lugares con apertura permitió que cada quien reconociera aquello que necesita soltar y aquello que desea cultivar para seguir avanzando. La incomodidad dejó de ser un obstáculo y se convirtió en una puerta hacia un liderazgo más real.

En los encuentros presenciales que hacen parte del Programa también se hizo evidente la importancia de reconocer las tensiones internas. Aceptar la complejidad de las propias decisiones generó un trabajo profundo que no siempre es visible, pero que define la manera en que cada quien se relaciona con el mundo. Esta exploración permitió comprender que el liderazgo no se construye desde la perfección, sino desde la transparencia consigo y con quienes caminan al lado.

A lo largo del camino, varias personas aprendieron a sostener emociones fuertes sin apresurarse a resolverlas. Sentir tristeza, confusión o vulnerabilidad se convirtió en una oportunidad para cultivar fortaleza desde un lugar más humano y más honesto. Habitar esos momentos sin buscar respuestas inmediatas abrió un entendimiento renovado sobre el valor de sentir, incluso cuando duele, y sobre cómo estas experiencias pueden convertirse en una fuente de decisión y de movimiento interno.

Incomodarme para limpiar y poder crecer

“Este proceso me llevó a incomodarme para limpiar y poder crecer. A cuestionar mi historia, a reconocer la luz y la sombra del privilegio que habito. A mirar dentro, con honestidad. Y desde ahí, tejer relaciones cultivadas desde la esencia, desde el ser y no del hacer. Un viaje profundo, desafiante, que despertó lo más verdadero en mí.”.

-Andrew Silva Tocora

¿Sentir la vulnerabilidad? ¡Ajá!

“Un proceso retador y muy reflexivo, donde me he cuestionado mil cosas de mí, de mi hacer, de mi vida, de la sociedad, de mi trabajo, de mis vínculos. Pero sin dudas, el momento más memorable fue en el segundo encuentro, cuando logré sentirme vulnerable, sentirme débil, sentirme quebrada, sentirme triste, sentirme perdida. No necesitaba consejos, ni soluciones, ni oír que todo “estaría bien”, no necesitaba más que solo SENTIR. Hoy, gracias a esto, sé que soy más fuerte cuando siento mi vulnerabilidad.”

-Coralia Susana Vásquez

La autenticidad

“Reconocer mi propia brecha de aprendizaje. Acumen me confrontó con la necesidad de liderar con mayor autenticidad. Entendí que movilizar a otros comienza por movilizarse a mí misma, cuestionando creencias arraigadas y enfrentando la incomodidad que impulsa los cambios reales.”

-Diana María Castro Alarcón

Las cinco miradas del liderazgo: las "specciones"

“Ha sido un año de practicar las cinco miradas, o como me gusta llamarlas, las cinco “specciones”: la introspección (hacia dentro), la retrospección (hacia el pasado), la extrospección (hacia el exterior), la circunspección (mirar alrededor con atención) y la prospección (hacia el futuro). Hoy, subiéndome al balcón, reconozco que atravesé las dimensiones esenciales para liderar(se) y liderar con otros. Comprender que cada una de estas miradas implica una tensión: con uno mismo, con los demás y con el entorno. Tensiones no tan flojas como para que no ocurra nada, ni tan rígidas como para romperlo todo. Aprender que  existen herramientas para sostener la tensión donde debe estar es muy sanador.”

-Durley Montoya Ocampo

Una invitación a la incomodidad

“Este programa ha sido una invitación a incomodarme y a incomodar, pensándome, repensándome y haciendo pensar a un grupo desde lo negro y lo étnico. Ha sido un ejercicio de enunciación desde mi lugar como sujeto político afrocolombiano, pero también de sensibilización frente al ‘otro’, para reconocer cómo el diálogo étnico transforma, interpela, moviliza… y, sobre todo, permite impugnar el racismo desde la palabra, la experiencia y la memoria colectiva… pero… nunca será suficiente. Hay que seguir alzando la voz.”

-Farit Enrique Mena Moreno 

Que mis privilegios no me hagan apático

“Entendí que mis privilegios y mi zona de confort pueden sesgar mi forma de mirar al otro. De cómo practico la empatía. Durante este proceso he tenido la posibilidad de entrenar mi escucha, no para responder, sino para comprender desde la humanidad del otro. Me he encontrado con realidades que me han llevado a cuestionarme, a observar antes de interpretar. Por supuesto que aún me falta desarrollar más la habilidad, y con mi avance he decidido alejarme de la indiferencia, estar más presente y actuar con mayor conciencia, lo que me ha permitido estar en armonía con mi labor y mi propósito.

La experiencia de la cohorte 2024 reveló que asumir la incomodidad como parte del viaje permite construir un liderazgo más consciente y más responsable. Al sostener tensiones y reconocer sus luces y sombras, encontraron una forma más auténtica de caminar y de acompañar a otras personas en su propio proceso. 

-Ivan Eduardo Triana

Se vale incomodar

“Después un llamado de un compañero a ser rebelde, a no hacer las cosas aunque sean la regla. Siguió fortaleciéndose al ver el ejemplo del despertar de conciencia que tuvimos como cohorte cuando alguien quiso incomodar con sus silencios.

Después tuve la valentía de levantar mi voz y quejarme de lo que no me parecía justo.

Y por último, con las lecturas de la buena sociedad, pude ver las cosas maravillosas que se han logrado en el mundo al incomodar a otros, al rebelarse.”

-Marcela Salinas Murillo

Navegando tensiones

“Aprender a conocer mi potencial, mis formas, a manejarlas y a transmitirlas de una forma justa y precisa, sin herir, pero comunicando desde el pensamiento, ese momento exacto fue en el manejo de las tensiones, un tema que apenas estaba conociendo con ese nombre, pero que de una u otra forma es algo que se me facilitó entender, debido a lo vivido en territorio, sin embargo, navegarlo con personas con distintos niveles de tensión, fue un momento que se marca en mi memoria, sobre todo porque con esto pude reconocerlos y reconocerme, se puede decir que fue un despertar de memorias ancestrales”

-Noraida Chimá Hernández

La experiencia de la cohorte 2024 reveló que asumir la incomodidad como parte del viaje permite construir un liderazgo más consciente y más responsable. Al sostener tensiones y reconocer luces y sombras, encontraron una forma más auténtica de caminar y de acompañar a otras personas en su propio proceso.

Si quieres conocer más sobre su experiencia puedes explorar otras reflexiones donde la cohorte comparte su mirada sobre la identidad, la fuerza del propósito colectivo y la manera en que este camino ha moldeado su forma de liderar.