Crecer como líder
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¿Cómo una máquina de coser puede cambiarle la vida a una persona?

Entre hilos y máquinas de coser, Yudy Figueroa, Fellow 2021, cose día a día el sueño de ver más mujeres trabajando por su bienestar
Noviembre 15, 2022
People lying down on grass

Fotos por Fabiola Ferrero

Fotos por: Fabiola Ferrero.

La voz de Yudy Figueroa es pausada y quien no la conoce podría decir que hasta un poco tímida, pero sus palabras son tan poderosas como la personalidad que la ha transformado en la agente de cambio que hoy es. Yudy nació hace 33 años en la zona rural de Montañita, Caquetá. Cuando cursaba quinto de primaria su familia fue desplazada por el conflicto y se establecieron en la zona urbana del municipio. Algunos de sus hermanos se fueron del departamento, incluso otros salieron del país, pero ella, siendo una de las menores, se quedó con sus padres en el lugar en donde actualmente reside.

A sus 17 años, y habiendo finalizado el bachillerato, vivió de primera mano lo que significaba el no poder acceder a un trabajo. No había podido ingresar a la universidad en ese momento, y muchos le decían que no tenía experiencia laboral, un amigo de su hermana le dio una oportunidad y así pudo empezar a “formar su hoja de vida”. Más adelante, y con el empuje que caracteriza a las personas de su región, pudo estudiar contaduría pública, aunque actualmente no ejerza esa profesión.

Su mamá, María Concepción, es su modelo a seguir, “mi mamá toda la vida ha trabajado con comunidades, ha sido el ejemplo mío para cogerle amor a esas cosas” y no es para menos. En 2004, y considerando tanto su experiencia personal como la de otras mujeres que se encontraban en Montañita, creó Cosemos Sueños, una asociación de mujeres víctimas del conflicto armado.

“Lo que se busca con la Asociación es precisamente darle oportunidades de ingresos económicos a las mujeres que no cuentan con un perfil ‘empleable’ y se pensó en la modistería porque la mayoría de ellas sabían algo de modistería. Se inició con unas máquinas prestadas, un colegio de una de las inspecciones de acá del municipio les enseñaba a los estudiantes modistería, pero ese año habían dejado a un lado eso y empezaron con la agricultura, entonces esas máquinas no estaban haciendo nada y decidieron prestárselas a las mujeres” dice Yudy recordando el inicio de la Asociación.52014825112_19f4768daa_o

Maria Concepción Celis

En un comienzo, el manejo de la Asociación Cosemos Sueños estuvo a cargo de su mamá y mientras tanto Yudy empezó a trabajar con comunidades y a conocer de primera mano cuáles eran las necesidades más apremiantes de las personas de su región. Su pasantía fue con la personería y después de un tiempo lanzaron una convocatoria para el trabajo con comunidades. La convocatoria inicial fracasó debido a la búsqueda de un perfil que las personas en el municipio no cumplían, con el tiempo, relanzaron la convocatoria modificando los requerimientos basados en la experiencia de quienes vivían en Montañita, y así Yudy con su práctica previa inició las labores en las que duró 8 años con el Departamento para la Prosperidad Social.

“Era trabajo con comunidades, a mí me tocaba la zona rural, me tocaba visitar las instituciones del municipio, visitar y mirar precisamente las necesidades que tenían las familias en el municipio. Ahí también fue cuando empecé a cogerle amor a mirar la situación de las familias y mirar de una u otra forma cómo podía ayudar”.

El departamento del Caquetá es uno de los territorios más afectados por la violencia en Colombia. Su topografía y ubicación fueron disputadas por diferentes grupos armados al margen de la ley, y como en todo conflicto, es la población civil y las comunidades más vulnerables quienes sufren las consecuencias. La historia de Yudy y de su familia es una de las miles que se pueden escuchar en distintos rincones del país, la historia del desplazamiento y la búsqueda de nuevas oportunidades en un lugar diferente no es ajena para muchas mujeres colombianas.

 

“Aquí todas las historias son parecidas, prácticamente todas las mujeres han llegado con los brazos cruzados. Recuerdo que una de ellas llegó a Montañita, le habían acabado de asesinar el esposo y llegó acá sin conocer a nadie. Ella no tenía dónde vivir y entonces le dieron posada en una casita en barro y en ese tiempo había mucha lluvia, vivía como en el fango prácticamente en el barro. Tenía varias niñas y estaba buscando trabajo pero como era una desconocida y como era mujer, sola y con hijas, como no cumplía un perfil empleable pues quién le iba a dar trabajo. Se conoció la situación de ella y alguien que también hacía trabajos con mi mamá vino y nos contó la historia. Mi mamá se acercó a la señora hablamos con ella y ella decidió ingresar a Cosemos Sueños y estando aquí ya pudo arrendar una casa para ella y sus hijas, ya pudo pagar el arriendo, ya pudo pagar el mercado, ya pudo tener como una situación más fácil para ella y para sus hijas y eso nos enorgullece.” Yudy cuenta sobre una de las historias que hacen parte de la Asociación.

Un nuevo aire para Cosemos Sueños.

El paso del tiempo no da tregua, y algunas condiciones de salud hicieron a Doña Maria Concepción replantearse qué iba a suceder con su trabajo en la Asociación. Habían hecho un gran trabajo, las mujeres que hacían parte de ella tenían ingresos, un trabajo estable, pero sin una cabeza al frente el futuro era incierto.

“Las mujeres no tenían otra opción y para ellas la Asociación era el único sustento que tenían para su familia, entonces pues no consideramos que se debía terminar y ellas no querían, pero tampoco ninguna estaba dispuesta a tomar las riendas” comenta Yudy. “Mi mamá no pudo continuar con la organización y se iba a desintegrar y fue cuando entre todas decidieron que fuera yo la que tomara las riendas. Así fue cuando decidí tomar la voz y tratar de modificar un poco, actualizarlas, llevarla a redes sociales, de mostrarlas, de airear un poco la organización. Eso nos sirvió muchísimo y ya llevo más de 10 años trabajando con ellas y con las mujeres creciendo como organización".

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Al día de hoy Cosemos Sueños cuenta con 10 mujeres. Aunque manejan todo tipo de prendas de vestir se especializan en uniformes escolares y en el bordado de camisetas corporativas a nivel departamental. Montañita cuenta con 4 inspecciones, y cada una de ellas tiene una institución educativa, así mismo, las asociaciones y organizaciones son unos de los principales clientes.

Quien escucha a Yudy mencionar el manejo de la asociación pensaría que todo se da por sentado, que los clientes llegan de la nada y que el trabajo se da de manera sencilla, pero es ella quien se encarga de esa búsqueda de proveedores, de clientes y de oportunidades. Es quien se encarga de velar por el bienestar de las mujeres, un trabajo que se toma muy en serio. “Me enorgullece poder ayudar a otras mujeres. Mi sueño es precisamente ser generadora de empleo de muchas mujeres que no tienen la oportunidad en otro lado. Me enorgullece que con poco o harto ya se les está empezando a dar la oportunidad a ellas.” Dice Yudy “Cosemos Sueños es más que una asociación, más que una organización de mujeres, más que un taller de modistería es una oportunidad para las mujeres,” concluye.

Los retos de una Asociación de base en Colombia son muchos, el acceso a mercado, la búsqueda de clientes, incluso las dinámicas políticas que se ven en las regiones, pero el empuje de las mujeres que trabajan en Cosemos Sueños alcanza para seguir construyendo y sobrepasando obstáculos. Su mismo eslogan, que reza en una de las paredes del taller lo dice “Bordamos historias, y desatamos los nudos de cada día."

“En unos años yo me imagino una empresa grandísima donde trabajan muchísimas mujeres, donde a toda la que quiera venir a tocar la puerta no tengamos la opción de decirle no. Que no tengamos que decirle no porque no tengamos qué ponerla a hacer o dónde ponerla a trabajar. En unos años yo sueño con que Cosemos Sueños, toda la que quiera venir a tocar la puerta se le diga sí y sea una organización donde se le dé la oportunidad a muchas mujeres para que ingresen a trabajar y a generar sus ingresos y sostener a sus familias de lo que trabajan” afirma Yudy con una sonrisa que demuestra el amor por lo que hace.

Yudy, quien hace parte del Programa de Fellows de Acumen en Colombia, cree firmemente en lo que las manos de las mujeres pueden construir. Para ella, lo que fabrican no es solo una prenda de vestir, es su proyecto de vida, la estabilidad financiera, el bienestar de su familia, es la primera puntada para la paz que necesita su territorio.

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El Programa de Fellows de Acumen busca conectar y cultivar agentes de cambio social para reconstruir el tejido social en todos los rincones del país. Conoce más sobre Yudy y el Programa de Fellows aquí. 

LiR
Autora

Lina Rueda

Lina lidera el equipo de comunicaciones en Acumen Latinoamérica. Desde su rol como Asociada Senior se encarga de crear estrategias para contar historias sobre nuestro trabajo en la región.