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Energía que transforma: Colaborando para llevar luz a Maicao

¿Cómo transformar un reto en una oportunidad para generar cambio? Conoce la historia de dos Fellows que unieron fuerzas para llevar energía renovable a una comunidad en Maicao.
Octubre 31, 2024
Mujer caminando en su comunidad

¿Cómo generar impacto sin tener acceso a energía eléctrica? Esta fue la pregunta que se hizo Angie Hernández al notar que Sara Pushaina, quien hace parte de su cohorte, aparecía siempre a oscuras o sin cámara en las sesiones virtuales del Programa de Fellows. De esa inquietud surgió una colaboración que las uniría por un propósito común: llevar soluciones de energía renovable a la comunidad de Sara en Maicao, con el objetivo de mejorar el acceso a electricidad en este territorio. 

Precisamente la organización de Angie, Kupera, se centra en generar ecosistemas cooperativos para la transición energética en Colombia, proporcionando a las comunidades talleres y el desarrollo de prototipos que faciliten el acceso a la energía sostenible a bajo costo. Así fue como lo que comenzó como una curiosidad por entender los retos de una persona de su cohorte, terminó movilizando a más Fellows y promoviendo conversaciones sobre cómo co-crear sin imponer soluciones en territorios ajenos.

Desde la creación de una campaña de crowdfunding hasta la instalación de un sistema solar fotovoltáico, en esta entrevista exploramos con Sara y Angie el poder transformador de la co-creación, la fuerza del trabajo en equipo, y la importancia de aprender a caminar en los zapatos de la otra persona para lograr un impacto real y duradero.

¿Cómo nace esta colaboración?

Sara Pushaina, Fellow de Acumen 2021: 


Angie Hernández, Fellow de Acumen, 2022:
 

 

¿Cómo llevar estas soluciones co-creando y sin imponer?

Sara: 

El trabajo fue en equipo, fue mutuo. No desempeñamos los mismos roles porque obviamente teníamos que cumplir diferentes funciones. Desde aquí yo hacía lo que podía, trabajando con la comunidad y también apoyando en la instalación de los paneles cuando ya había llegado el día. Desde allá, ella organizaba en lo que ella tenía experiencia, todo lo relacionado a energías renovables y cómo funcionaban. 

No hubo ese perjuicio o esa etiqueta de la mujer blanca salvando a la mujer indígena. Fue un trabajo en equipo, en colaboración, no únicamente de Angie sola o mío solo, sino que también hubo un equipo detrás de nosotras.


Angie:
 

Desde Kupera usamos una metodología en donde buscamos que la gente se acerque. Que sean las comunidades quienes nos busquen. Nosotros lanzamos la información y les decimos: “nosotros hacemos esto y lo podemos hacer en conjunto”, pero si no hay una iniciativa por parte de la comunidad, nosotros no entramos, porque uno aprende que aunque tú sepas que puede ser lo correcto, si la misma comunidad no lo ve, al final puede ser un proceso perdido.

Hacemos un acercamiento, ya sea desde la Alcaldía, desde las universidades o desde otros espacios y brindamos toda la información súper transparente. Les contamos qué hacemos, cuáles son nuestros rangos de precios y usualmente una o dos personas levantan la mano, dicen “me gustaría hacer esto” y desde el equipo les decimos lo que esperamos de ellas,  ahí es donde algunas personas se bajan del bus y otras continúan, pero nosotros siempre estamos buscando esa corresponsabilidad porque nosotros no somos los salvadores. Nosotros tenemos unas herramientas que se pueden mejorar si lo hacemos todos de manera conjunta.

¿Cuáles fueron los mayores retos?

Sara: 


Angie:
 

 

¿Cómo se ve el impacto de esta colaboración?

Sara: 

Las personas que no tienen acceso a un computador, no tienen acceso a internet, que están trabajando y que necesitan presentar algo o que están estudiando y necesitan hacer una tarea, lo han podido hacer, no importa si hay o no hay luz en el barrio, si no hay internet, porque como ahora funcionamos a través de la energía solar, todo el tiempo tenemos luz. Todo el tiempo tenemos internet. Ha sido un impacto positivo para aquellas personas que no pueden acceder a ella y no pueden pagar quizás un servicio de internet y les ha facilitado bastante. Los niños también han tenido esa oportunidad, no solo las personas adultas, sino también los niños.

Angie: 

Cuando hablaba con Sarita me contaba que había mucha expectativa de la comunidad. Mucha curiosidad de saber qué era lo que se estaba haciendo. Pero pues eso es parte del ejercicio, que la misma comunidad se vaya acercando y que desde la fundación de Sara se vaya haciendo esa socialización y sensibilización frente a las energías renovables.

Ha sido un cambio gigante para las personas porque te cambia la vida de no tener a tener luz.  

Lo que sucede es que ahora dan ganas de hacer más cosas. Si logramos esto que parecía un imposible en su momento, creo que ahora sí podemos hacer muchas más cosas y yo sé que Sarita con esto ha cogido una fuerza en el territorio que le ha permitido socializar ya con otras instituciones. El interés está y pues yo espero que de aquí salgan muchos proyectos y una sostenibilidad para Sarita, que le permita seguir impactando a los jóvenes de su territorio, que eso es lo que siempre fue la base, que ella tuviera un servicio básico para poder seguir brindando programas de calidad a su comunidad.

¿Qué admiras del trabajo de la otra?

Sara: 


Angie: 


 

El impacto que puede lograr una colaboración genuina

La colaboración entre Sara y Angie es un claro testimonio del impacto que puede lograr una colaboración genuina. La movilización que generaron dentro de su cohorte demuestra que el trabajo en equipo, cuando se basa en el respeto por las voces locales, puede generar un impacto poderoso. La curiosidad y empatía de Angie al notar las dificultades de acceso a energía eléctrica de Sara, terminó trayendo luz a su comunidad en Maicao y fortaleciendo los lazos entre Fellows. Aprendiendo así que co-crear desde la empatía, sin imponer, es una herramienta poderosa para transformar realidades y generar un impacto sostenible basado en el respeto mutuo. 

En el Programa de Fellows en Colombia buscamos apoyar la construcción de una comunidad de agentes de cambio que entiendan el liderazgo como una responsabilidad compartida que pone a los seres humanos en el centro, y que son capaces de imaginar cómo podría ser una Colombia diferente. 

Conoce más del Programa de Fellows aquí.

Autora

Valentina Correa

Valentina es parte del equipo de Acumen Academy en Colombia. Desde su rol como analista de innovaciones y comunicaciones apoya en las operaciones, diseño y lanzamiento de cursos por WhatsApp para América Latina y en la creación de contenido escrito y audiovisual para la organización.Valentina es politóloga y antropóloga con opción en periodismo y con énfasis en política colombiana y antropología visual, de la Universidad de los Andes en Bogotá, Colombia.